Dos meses y una semana, o 68 días con sus noches, es lo que llevo viviendo en mi nueva casa, una furgoneta camper, una furgoneta que he adaptado sin ayuda y sin conocimientos de electricidad o carpintería.

Pero siempre he creído en que las cosas no son imposibles, cuando me preguntan que no se hacer, siempre tengo la misma respuesta.

«NO SE HACER AQUELLO QUE AÚN NO ME HE PROPUESTO»

Y en base a ese pensamiento, (cualquier cosa que activa mi curiosidad). Empiezo a hacer algo y con ganas y esfuerzo, muy pocas salen mal. 

No creo en el fracaso, cuando lo das todo y haces todo lo posible para conseguir algo, no fracasas, simplemente no era para lo que estaba destinado.

Por eso durante 2019, lo que era un proyecto casi imposible para alguien como yo, se ha convertido en una forma de vida, una forma de vida que en estos momentos no puedo realizar al 100 por 100. En cierto modo, todos en mayor o menor medida tenemos cosas a medias por culpa de ese bicho, que no se ve pero es bastante peligroso.

Los seres humanos que nos definimos a nosotros mismos como seres inteligentes, necesitabámos que algo nos diera una «ostia». Una ostia de realidad, la vida es algo más que comprar y consumir, es algo más que acaparar productos, productos que nos venden como algo que nos hará felices,. Pero piénsalo…

Estas rodeado/a de mil cosas y lo único en lo que piensas es en salir, ver a tus amigos, familia… entonces deberías de darte cuenta que te llevan engañando toda una vida.

Espero que todo esto sirva para algo más que aplaudir en un balcón a aquellos a los que hace meses, insultabas porque se manifestaban, espero que desde ahora, veas las cosas pequeñas como lo que son. Grandes cosas.

Aunque sé que poco va a cambiar, quienes mandan sobre el cerebro de la mayoría, se encargarán de que sigas  haciendo aquello que quiern que hagas.

«ABRE TU CABEZA Y PIENSA»

Mendrugo